Estas recomendaciones son muy útiles no solo en esta materia, sino en todas.

  • No escriba todo en mayúsculas.
  • No omita los acentos.
  • No escriba con errores ortográficos.
  • No haga nada sin consultar previamente las consignas.
  • Evite lenguaje infantil, coloquial o que parezca en borrador o fueran apuntes para uso propio.
  • Evite los adjetivos calificativos y reemplazarlos con datos debidamente referenciados.
  • No opine ni editorialice nunca. Sí exponga los puntos de vista de las fuentes consultadas.
  • No escriba en primera persona.
  • La palabra Internet va con mayúsculas.
  • Escriba en formato de pirámide invertida, jerarquizando la información de más a menos importante.
  • Si no pensó antes un conflicto posible, no escriba.
  • Preste atención al billón sajón, que equivale a 1.000 millones criollos.
  • Prohibidas las referencias temporales imprecisas, porque a lo largo del tiempo caducan ( ahora, hoy, etc.)
  • La palabra “líder” está prohibida.
  • Utilice “escala” en lugar de “nivel” nacional, internacional etc.
  • Evite el término “monopolio” salvo que sea exactamente aplicable. Analizar en cambio si no corresponden calificativos más descriptivos como “abuso de posición dominante”, cartelización, oligopolio, etc.
  • Palabras como “gran”, “pequeño”, “poco” o “mucho” no sirven: precise con valores absolutos, porcentajes, o límites máximos y mínimos.
  • En las monografías inserte fuentes con salto a la referencia completa y con textos en el hipervínculo que orienten sobre la calidad del dato.
  • Los titulares, tanto en TP como en monografías, deben evitar frases rimbombantes, o metafóricas, frases marketineras o lugares comunes o cargas de valor.
  • El enfoque de los TS debe ser tal que interese a los profesionales de las ciencias de la comunicación.
  • En función de lo anterior deben buscarse cuáles son los intereses en pugna y los puntos de vista encontrados.
  • Escriba “América latina” en lugar de “América Latina”.
  • Utilice en todos los textos referencias correctas con el link debido al campo de fuentes y como se explica aquí.

Para evitar errores frecuentes

  • Los títulos nunca se terminan con punto.
  • En castellano, luego del signo dos puntos se usa minúscula. En inglés es a la inversa.
  • Luego de un punto, se debe escribir un espacio.
  • Luego de signo de interrogación final, no va punto.
  • Evite repeticiones innecesarias de la misma palabra dentro de un enunciado.
  • El uso de puntos suspensivos está desrecomendado y en ningún caso debe reemplazar la palabra “etcétera” (cuyo uso también conviene evitar).
  • Palabras como “norteamericano” o “diciembre” no van en mayúsculas en castellano. Sí en inglés.
  • Términos como “vemos que”, y similares, son primera persona, aunque del plural, por lo que deben evitarse.
  • La fuente debe ser la cita exacta de de donde se obtuvo la noticia, de modo que el docente pueda ir a ver qué dice. “Clarín”, “EFE”, o similares, no cumple este requisito.
  • No use citas textuales sin atribuir. Se pretende una elaboración propia, no citas ajenas sin fuente y sin entrecomillar que, por otra parte, nos resultan muy fáciles de identificar.
  • Pueden y deben corregir todos sus trabajos hasta el fin de la cursada.
  • No suba nada al sitio que, antes, no haya releído y corregido luego de haberlo escrito.
  • También recomendamos leer: Paul, Richard; Elder, Linda, La mini-guía para el Pensamiento crítico. Conceptos y herramientas Completo en LINK.

Por si quieren aprender a escribir aun mejor

A continuación, transcribimos algunos ejemplos de escritura perfectible y, otros, totalmente inadecuada. Todos tomados de parciales de otros cuatrimestres. Sería bueno que los miraran, para no seguir cometiendo los mismos errores en el resto de sus trabajos, tanto de esta materia como de las otras.

Gerundios

Forma incorrecta:

“Katz comienza retomando la definición de Red que da Castells….”

Forma correcta:

“Katz retoma la definición de Red que da Castells… “

Forma incorrecta:

“… teniendo como base determinaciones económicas, psicológicas, culturales, políticas, etc.”

Forma correcta:

“… y tiene como base determinaciones económicas, psicológicas, culturales, políticas, etc.” [el etc. también está mal, pero eso es otro punto]

Forma incorrecta:

“Katz postula que los mecanismos técnicos dependen de los procesos sociales y no a la inversa, afirmando que es indispensable la contextualización histórico social para evitar el infofetichismo”

Forma correcta:

“Katz postula que los mecanismos técnicos dependen de los procesos sociales y no a la inversa, y afirma que es indispensable la contextualización histórico social para evitar el infofetichismo”

Forma incorrecta:

Dependiendo de cual sea la fórmula tecnológica mediante la cual el trabajo actúa sobre la materia…”

Forma correcta:

Según cuál sea la fórmula tecnológica mediante la cual el trabajo actúa sobre la materia…”

Generalmente, cuando la gente usa los gerundios en la escritura lo hace mal. ¿Cuándo están mal? Como regla general, cuando se podrían reemplazar por un verbo conjugado. Por ejemplo, no hay otro modo de decir “las niñas estaban cantando”. Pero si dicen “se produjo un accidente muriendo veinte personas”, lo correcto es “y murieron”. Siempre que se pueda usar una forma verbal precedida de “y”, seguramente el gerundio está mal. ¿Por qué? Simplemente porque el gerundio no es conjugación correspondiente a ningún pronombre. No hay sujeto alguno que pueda ejecutar la acción denotada por un verbo en esa modalidad. Usar el gerundio en una expresión como la del ejemplo antedicho es como decir “ellos muriendo” en vez de “ellos murieron”.
Más información sobre el uso correcto del gerundio aquí.

Preposiciones

Para Katz…”

Forma correcta:

Según Katz…”

Como recordarán, preposiciones son a, ante, cabe, con, de, desde, y el resto. Hay una tendencia a usarlas en forma semánticamente inadecuada, y este es un ejemplo muy común.

Nombres propios

Forma incorrecta:

“Es por este motivo que Charras afirma que… ”

Forma correcta:

“Es por este motivo que De Charras afirma que… ”

Se ve en muchos trabajos que escriben mal nombres propios que, supuestamente, tienen delante. Esto es absolutamente descalificante. ¿Cómo vamos a creerles que estudiaron si ni siquiera pueden escribir bien los nombres de los autores? La autoridad que construye un texto con este tipo de error es nula.

Dobles subordinadas

Forma incorrecta:

“Claudio Katz expone que Manuel Castells en su libro “La era de la Información” realiza un aporte totalizador, en donde se define a la red como “un conjunto de nodos (puntos en que una curva se intersecta a sí misma) interconectados” (Katz, 1998), que proviene de la visión tecnologista y moldea su enfoque con las pautas del determinismo tecnológico, intentando observar el funcionamiento de la sociedad como a una red que irradia poder.”

Forma correcta:

“Claudio Katz (1998) dice que Manuel Castells, en su libro “La era de la Información”, realiza un aporte totalizador en el cual se define a la red como “un conjunto de nodos”. Los nodos son puntos interconectados en los que una curva se intersecta a sí misma. Se trata de un término que, a juicio de Katz, de por sí implica una visión tecnologicista. Por lo tanto, incurre en determinismo tecnológico, ya que intenta observar el funcionamiento de la sociedad como a una red que irradia poder.”

Para decirlo en forma simple, las dobles subordinadas son enunciados donde se utiliza la palabra “que” más de dos veces en la misma oración. El problema es que esa construcción sintáctica está tomando como sujeto una expresión previa que, a su vez, ya tiene un sujeto y un predicado. Si la subordinación se repite, ya nadie sabe a “qué” se refiere la última cláusula precedida por la palabra “qué”. Además de ser cacofónico, este vicio del lenguaje hace sumamente difíciles de entender las expresiones. Como se ve en el ejemplo, la única forma de corregir una frase llena de dobles subordinadas es… ¡escribir otra!

Primera persona

Forma incorrecta:

“Aquí podemos hacer mención a las mercancías como bien de uso…”

Forma correcta:

“Aquí se puede mencionar a las mercancías como bien de uso… “

Forma incorrecta:

“Con respecto a lo que hemos visto acerca de Industria Cultural, podemos decir que…”

Forma correcta:

“Con respecto a lo que hemos visto acerca de Industria Cultural, se puede decir que…”

Cuando uno escribe en forma impersonal, en género periodístico de crónica o en género académico, está totalmente prohibido el uso de la primera persona. Tanto del singular como del plural. La primera persona de algún modo obliga al enunciatario a concordar con el enunciador, lo cual no tiene por qué hacer. El enunciatario tiene derecho a disentir y a sacar sus propias conclusiones. Además, el manual de estilo de la materia incluye esta prohibición de la primera persona y, sólo por eso, en los trabajos de este curso no se puede usar. Si alguien lo usa, hace pensar al docente que no leyó el manual de estilo.

Uso del etcétera

Forma incorrecta:

“… teniendo como base determinaciones económicas, psicológicas, culturales, políticas, etc.

Forma correcta:

“… tiene como base determinaciones económicas, psicológicas, culturales y políticas”.

El problema de las enumeraciones es que, si no está claro cuál es el criterio de sucesión, son tramposas. Por ejemplo, si dijera 1, 2, 3, 4, 5, etc. ,  es razonable pensar que lo siguiente es 6, 7, 8 y el resto de los números naturales. Pero si la enumeración es “económicas, psicológicas, culturales, políticas, etc.”, ¿Qué es exactamente lo que sigue después? Podría ser “económicas, psicológicas, culturales, políticas, sociales, biológicas, comunicacionales, informacionales, etc.”. O bien podría ser “económicas, psicológicas, culturales, políticas, matemáticas, físicas, químicas, culinarias, geográficas, etc.”. ¿Por qué no? Como ven, etcétera no quiere decir nada si uno no sabe qué es lo que los términos en sucesión tienen en común. Incluso puede ser que esos términos no tengan a priori nada en común.

Homero Alsina Thevenet: 30 recomendaciones que no deben descuidarse

1) Escribimos en idioma castellano y por lo tanto debe evitarse la utilización de palabras extranjeras que tengan su correlato en español, salvo las que se han incorporado por usos y costumbres.
2) En el caso de palabras que hayan sido castellanizadas, es imprescindible verificar que su grafía goce de aceptación general. Muchos medios escriben “champán” en lugar del término francés “champagne”, pero pocos hacen lo propio con “güisqui”, a pesar de lo establecido por la Real Academia Española.
3) Tampoco es aceptable el uso de palabras del argot técnico-científico en publicaciones de interés general.
4) El lenguaje del redactor debe ser fácilmente comprensible para el lector, pero no debe limitarse a las escasas palabras que se utilizan coloquialmente. Hay que prestar especial atención al hecho de que se está contando una historia que debe atrapar la atención de quien la lee. En cada línea debe haber un dato, en cada párrafo una idea.
5) Un periodista debe tener la capacidad de relatar un hecho o proporcionar una información en la menor cantidad posible de palabras. En lugar de “se desataron precipitaciones pluviales en todo el territorio tucumano”, corresponde escribir “llovió en todo Tucumán”.
6) Es fundamental chequear los nombres y apellidos de los protagonistas de la noticia, de las ciudades e instituciones. Cualquier error en este sentido afecta la credibilidad del medio.
7) Las dificultades que haya tenido el redactor para obtener su información no interesan al lector y sólo es válido transmitirlas cuando son noticia en sí, es decir cuando agregan información.
8 ) Los lugares comunes (verde gramilla, tensa calma, etc.) empobrecen el texto y desnudan la escasa creatividad del periodista, que al utilizarlos demuestra preferir el esquema preestablecido al pensamiento original.
9) La primera persona, tanto del singular como del plural (“este periodista”, “nos encontramos con el ministro”) están vedadas, salvo que existan expresas instrucciones en contrario o el propio periodista haya sido el protagonista de la información (si ha sido secuestrado y luego liberado, por ejemplo, es conveniente que relate su experiencia sin ese distanciamiento).
10) Siempre es preferible la frase positiva al doble negativo ( “Consiguió fácilmente la entrevista” en lugar de “no tuvo ninguna dificultad en conseguir la entrevista”) y el dato concreto al aproximado. Si se sabe que un espectáculo fue presenciado por 5.150 espectadores, carece de sentido consignar que asistieron “alrededor de 5.000 personas”.
11) La adjetivación suele ser engañosa y seductora, pero la acumulación de adjetivos o la grandilocuencia (grande, magnífico, tremendo) arruinan el mejor texto. Ernest Hemingway, escritor y periodista norteamericano, enunciaba: “Un adjetivo para cada sustantivo y si es posible ninguno”.
12) El gerundio expresa una acción en desarrollo, anterior o simultánea a la principal. Es incorrecto usarlo para indicar una acción posterior a la principal (Ej. del error: “Viajó en avión a Madrid, asistiendo a una reunión de cancilleres”. Tal como está escrito parecería que la reunión se celebró en el avión).Tampoco corresponde su utilización como participio del presente, es decir, como adjetivo en función de atributo. (Ej. del error: “un barril conteniendo 200 litros de gasoil”)
13) La premisa básica para encarar un tema parte de considerar que el lector ignora todo sobre la cuestión y, sin desmedro de la concisión, se impone proporcionarle la mayor cantidad posible de datos.
14) Ningún dato debe darse por sobreentendido, ni existen apellidos sin nombres cuando se menciona a alguien por primera vez. En el caso de instituciones públicas o privadas, las siglas deben consignarse después de la denominación completa -Sindicato de Mecánicos del Transporte Automotor (Smata)-, en los párrafos sucesivos basta con utilizar la sigla. Las únicas excepciones son los organismos que se reputan conocidos por todos (ONU, FMI).
15) Las mayúsculas sólo deben ser empleadas para comenzar un párrafo después de un punto, cuando se transcriben nombres propios o se cita a dignidades de carácter único (Papa, Presidente), siempre que no se mencione su nombre propio. Las entidades u organismos se escriben con inicial mayúscula y con minúscula los cargos (ministro del Interior, subsecretario de Cultura). Los gentilicios (alemán, español) se escriben con minúscula.
16) En periodismo no se utilizan expresiones como “por aquel entonces” u “hoy en día”. Lo correcto es “por entonces” u “hoy”. Tampoco se escribe “a las 20 horas”, sino “a las 20”, ni “en el mes de agosto”, sino “en agosto”.
17) Sólo se escriben con letras las cifras del cero al nueve, ambos inclusive. En el caso de los millones no se emplearán los ceros correspondientes, sino la palabra millones.
18) Las comillas deben usarse sólo para las citas textuales, en el caso de nombres de novelas, obras de teatro, películas, palabras de otros idiomas, o expresiones irónicas, debe utilizarse la bastardilla, que se marcará en el texto con un subrayado.
19) La coma es el signo gráfico más utilizado y el que ocasiona mayor cantidad de errores de puntuación. Uno de los más comunes es el de separar el sujeto del verbo o el verbo del complemento. En cuanto al punto y coma, es conveniente limitar su uso a las enumeraciones demasiado extensas (zapatos; medias; camisas; cinturones; casacas; blusas).
20) Es incorrecto sintácticamente emplear el que al hacer una cita en estilo directo (Ej. del error: “El ministro del Interior dijo que ‘yo voy a garantizar el orden'”. Lo correcto es: “El ministro del Interior dijo: ‘Yo voy a garantizar el orden'”. En estilo indirecto sí se utiliza el que: “El ministro del Interior dijo que él va a garantizar el orden”).? Debe restringirse al máximo el uso de signos de admiración que torna exagerada una frase y el de los puntos suspensivos que aporta una sensación de vaguedad. Los últimos sólo tienen utilidad para indicar que se ha sintetizado una cita textual ( Ej:”Para el poder ninguna noticia es buena noticia si no fue creada por su departamento de prensa (…) Noticia es algo que quieren ocultar”).
21) La utilización de paréntesis o entreguiones debe limitarse a consignar datos concretos como un ejemplo, una fecha o un sitio, pero es necesario evitar que la frase contenida exceda las dos líneas o adquiera vida propia. También se impone restringir el uso de los signos de interrogación. Lo que el lector busca son respuestas.
22) Esta terminantemente vedado el diálogo con el lector ( Ej.de error: “Como el lector comprenderá”, o “Usted lector sabe bien de que estamos hablando”).
23) Se suprime todo tipo de tratamientos honoríficos. La norma alcanza incluso a los términos señor y doctor o sus equivalentes femeninos. En el caso del Papa, por ejemplo, es correcto escribir “el jefe de la Iglesia Católica” o “el Pontífice”, pero no “Su Santidad”, ya que una publicación es leída por personas de distintas creencias.
24) El uso simultáneo del estilo indirecto y el directo, confunde, aburre e implica una pérdida de tiempo y espacio. (Ej. de error: “El gremialista declaró a la prensa que existían muchas posibilidades de que la huelga fuera levantada. ‘Es muy posible que levantemos la huelga’, dijo”).
25) Se impone utilizar el mismo tiempo verbal a lo largo del texto para no confundir al lector con cambios arbitrarios. Siempre es preferible el pretérito al presente histórico ya que nos estamos refiriendo a hechos ya acaecidos.
26) No se deben reiterar palabras de misma familia en un mismo párrafo. (crimen y criminal; estancia y estanciero; político y política).
27) Toda nota requiere por lo menos una reescritura que no debe limitarse a la colocación de acentos o a salvar algún error de tipeo. Resulta imprescindible suplantar palabras, estructuras, cambiar la cabeza o el remate.
28) Al leer los propios trabajos conviene colocarse en el punto de vista del lector. Si algo parece poco claro, seguramente lo es.
29) Los párrafos excesivamente extensos cansan al lector. Se recomienda que no excedan las 7 u 8 líneas.
30) Es preciso tener en cuenta que no existe la objetividad periodística. Los medios de comunicación responden mayoritariamente a corporaciones económicas o políticas, dependen de la publicidad de las grandes empresas y su línea editorial apunta a formar opinión. Por otra parte, al elegir un tema, redactar un texto o editarlo, el periodista toma decisiones subjetivas influenciadas por sus posiciones personales, hábitos y emociones. Eso no lo exime de la obligación de la rigurosidad y el necesario distanciamiento para reproducir fielmente un hecho, sus circunstancias y repercusiones.